viernes, 12 de septiembre de 2008

Perfección

Estaba yo aquí escuchando a Extremoduro, exactamente su "Dulce introducción al caos", bajándose "La ley innata", y como apenas me hablaban por el msn, y me estaba aburriendo, me he apoyado contra la pared, y me he puesto a pensar. Sí, que a veces, aunque pocas, pienso.

Y me he dado cuenta de algunas cosas. Vayamos por partes; sigamos, según me acuerdo, el razonamiento que he seguido:

No merece recordar las fechas. No. En serio. En teoría recuerdas fechas que han supuesto días importantes. Hablamos de días importantes para ti, para mí o para cualquier terrestre que no consigue un éxito mundial, aunque, pensándolo mejor, tampoco les merece recordar del todo las fechas. Pues yo pienso que no deberíamos recordar esas fechas. ¿Por qué?

Suponen días importantes, tanto buenos como malos. Vamos a por los buenos, que son los días que se marcan en el calendario, en la agenda, en cualquier sitio, de los que te acuerdas pasados 2 meses, un año o cinco o diez. Son esos días que dices "fue el día perfecto, si pudiese volvería a vivir este día eternamente", o el típico "parece ayer cuando estábamos en tal sitio y de eso hace hoy 10 meses", el número de meses es por poner un ejemplo, lo primero que se me ha ocurrido. Tan perfectos no son. Recordando el día de ayer, que, a decir verdad, no me puedo quejar, me he dado cuenta de eso, de que no existen los días perfectos. Por la mañana, una mañana más. Por la tarde, la verdad es que superó mis expectativas, con creces. Pero el tenerte que ir, ya dices "vaya... sigue la fiesta y me tengo que ir", y despues llegar a casa y que tu padre te diga cualquier cosa.

Voy a poner otro ejemplo: Torremolinos. Cinco días estupendos, sin padres, con la victoria de la Eurocopa, con el equipo sin malos rollos, perdiendo todos los malos rollos con San Rafael. Pero con dos cosas malas a destacar: dos compañeros de habitación que me los empaquetaron a mí porque se acoplan a mí (sobre todo uno que es más pesado...), y no diferenciaban entre broma y putada (un día dormí sobre mi toalla porque me empaparon la cama; eso sí, el último día les levanté a las 5am), un árbitro que nos tongó y mucho, como aquél del Mundial de Corea que anuló 2 goles a la Roja, pero esta vez al revés (les dio dos goles a ellos). Como bien habéis podido leer hace nada, he puesto "estupendos", y sigo pensando en que si pudiese, los repetiría, pero con mis dos compañeros de habitación amordazados y/o encerrados en la terraza. Pero no fueron unos 5 días perfectos.

Con esto quiero decir, que ya he terminado de pensar, que me está echando humo la cabeza, y... eso... que la perfección on existe, ni siquiera los días perfectos. Con lo bonito que me estaba quedando al principio, y mira ahora...

Cuidaos todos! Y que vaya bonito!